El objetivo principal es identificar y tratar de forma precoz a los recién nacidos con defectos cardíacos congénitos críticos (DCCC).
Son anomalías estructurales del corazón o de los vasos intratorácicos con repercusión funcional, que pueden comprometer gravemente la salud del recién nacido, incluso ocasionar su fallecimiento, y que precisan cirugía o intervención por cateterismo en los primeros 28 días de vida.
La prueba se realiza mediante pulsioximetría para medir la saturación de oxígeno del recién nacido/a en los primeros días de vida.
La pulsioximetría ha demostrado ser un método eficaz, no invasivo y de bajo coste, además de bien tolerado, para detectar a recién nacidos asintomáticos y afectos de DCCC en las primeras horas después del nacimiento.