Mi hijo no come nada
Es una de las frases más utilizadas por los padres en la consulta del pediatra, al ser uno de los problemas que más preocupa a las familias.
Los motivos más habituales son:
- Acontecimientos familiares o sociales:
- La entrada al cole.
- El fallecimiento o pérdida de un familiar.
- El nacimiento de un nuevo hermanito.
- Tener un problema físico:
- La erupción dental.
- Padecer una enfermedad.
- Haber sufrido un accidente.
- Un proceso de aprendizaje inadecuado:
- Los nervios de la familia/educadores ante varios episodios de inapetencia que provocan una situación tensa y, finalmente, termina rechazando ciertos alimentos.
- Excesiva atención e insistencia que refuerza su conducta.
- Comer fuera de horas.
- Abuso de picoteos, chuches, refrescos, snacks…
La posición de padres y educadores van a ser fundamental:
• Apetencia hacia alimentos preferidos:
- Si los padres ceden, los hijos se van convirtiendo en dominantes, consentidos y sobreprotegidos.
- Es conveniente utilizar técnicas de modificación de conducta, como refuerzo positivo.
• Tener el control desde la distancia:
- Evitar recomendaciones y consejos continuos sobre la alimentación.
- No obligar.
- No mostrarse enfadado, gritar y/o castigar si no se toma la comida.
• Evitar el picoteo y el abuso de aperitivos (snacks):
- Estos alimentos contienen grasa, azúcar y excesos de sales, por lo que quitan el apetito.
- Cubren necesidades energéticas pero carecen de nutrientes.
• No utilizar la comida como medio de resolución de problemas:
- Aburrimiento ……………..se le da snack o chuchería.
- Rabietas……………………se le da snack o chuchería.
- Situación de tensión …..se le da snack o chuchería.
• Ante alimento rechazado:
- Jugar con pequeñas raciones del alimento rechazado.
- Ofrecer poco a poco.
- Ir aumentando a medida que lo acepte.
- Paciencia.
Va a ser imprescindible:
- Reforzar cualquier aproximación a la conducta deseada.
- Comer el menú según el orden de presentación:
- Si se toma el primer plato, se pasa al 2º; si se toma el 2º, pasa al postre.
- No pasar al 2º plato si no hemos “terminado” el 1º.
- Acordar un mínimo.
- Establecer un tiempo mínimo y máximo para estar sentado en la mesa.
- No sustituir el alimento rechazado por otro de mayor agrado (inicio del aprendizaje desadaptado).
- “No pasa nada si no quieres más cariño” – No se le ofrece otra alternativa.
Andrea Vizcaíno Cuenca
Psicóloga.
Unidad de Psicología y Medicina de la Salud Vithas Medimar.
Alicante.