Los padres son los responsables de identificar y advertir a l@s niñ@s del papel de la publicidad.
Vale la pena resaltar algunos puntos que debemos tener presentes, para evitar ser manipulados, y perjudicando a los más pequeños de casa.
- Los mensajes trasmitidos no siempre son verdades; se dan en un sentido figurado o con un lenguaje aún desconocido para edades tempranas.
- La infancia y la juventud, en especial los menores de 13 años, se consideran las etapas más vulnerables a la publicidad televisiva.
- En las televisiones, sobre todo durante el horario infantil, se vive un continuo bombardeo de mensajes e imágenes de determinados productos alimenticios poco aconsejables.
- Los modelos protagonistas son ideales, guap@s, niños felices, con energía, con muchos amigos …
- Hace falta una regulación más específica, en todo lo relacionado con la alimentación en la edad infanto-juvenil, y la publicidad de “productos alimentarios industriales” es una de ellas.
- Es conveniente tener presente la actividad física y el sedentarismo. Mientras se está mirando la TV es tiempo “sedentario”, así que se observa aquí un doble riesgo.
- No olvidar los snacks que muchos niños y mayores consumen mientras ven la televisión.