Granuloma umbilical
Es una masa o bulto de color rosado-blanco-grisáceo que, en algunas ocasiones, se queda en el ombligo del recién nacido cuando se le ha caído el cordón umbilical.
El granuloma umbilical es un crecimiento anormal del ombligo, no siendo una infección de éste, aunque se vea cubierta de un moco pegajoso y con un fluido amarillento.
No tiene ninguna relación con que se haya llevado un cuidado incorrecto del cordón desde el nacimiento.
¿Hay que tratarlo?
Si, ya que en caso contrario puede ser la puerta de entrada de infecciones umbilicales, además de aumentar su tamaño.
¿Cómo se trata?
Cuando el pediatra ve un granuloma umbilical, suele aplicarle encima un poco de nitrato de plata, que va en un extremo de una barrita de cristal, para procurar secar esa lesión. Ese producto deja un color gris-plata que se va quitando poco a poco.
Casi siempre con aplicarlo una vez es suficiente, aunque se puede repetir la maniobra pasados 2 ó 3 días.
Este tratamiento no le provoca ningún dolor al bebé, ya que el granuloma no tiene nervios.
¿Y si persiste el granuloma?
Probablemente no se trata de un granuloma y hay que reconsiderar el diagnóstico y pensar en otras posibilidades:
- Cuando el bulto aumenta de tamaño con el llanto o esfuerzo del niño: posibilidad de hernia umbilical.
- Cuando en vez de tener el color color rosado-blanco-grisáceo, tiene un color rojo cereza, posibilidad rara de:
- Onfalocele. el tejido está conectado a la vejiga
- Persistencia conducto onfalomesentérico: el tejido está conectado al intestino.
¿Y cómo saber si el ombligo está infectado?
Presenta algunos síntomas:
- Zona de alrededor del ombligo está enrojecida.
- Tiene mal olor o le supura.
- Puede tener fiebre.
- Llanto al tocar el ombligo.
Si es así, hay que acudir al pediatra.