Reflexiones antes de educar
Vale la pena repasar unas ideas que pueden servir para reflexionar…
Algunas píldores
- Crea una relación afectiva y cordial con los hijos; puede ser un buen paso para sentir emociones positivas en ambos sentidos.
- Dale mensajes de amor; simplemente abrázalos. No hace falta ningún motivo.
- De la misma forma que los padres expresan sus emociones, es bueno que ellos expresen las suyas propias, sin perjudicar a los demás.
- Hay que compartir tiempo; de cantidad de tiempo y de calidad. «Vitamina T» natural….cada día.
- La disciplina es educar, por lo tanto, evita castigar.
- El ejemplo es fundamental. Se sentirán y se comportarán mejor si conocen y viven lo que es el respeto y la dignidad.
- La naturaleza nos ha dotado de dos ojos, dos oídos y una sola boca. Aprovéchalos.
- Abre los ojos y fíjate bien. Su lenguaje gestual expresa más de lo que nos imaginamos.
- Entrénate a escuchar; de esa forma aprenderán a cómo escuchar. Escúchalos.
- Una sola boca. El silencio forma parte del lenguaje, sirve para callar en un momento determinado. Todos somos esclavos de nuestras palabras, y en cambio dueños de nuestros pensamientos.
- Será mejor emitir opiniones o hacer preguntas, en lugar de dar órdenes. Así aprenderán a reflexionar.
- ¿A qué no te gusta que te etiqueten? A ellos tampoco. Su conducta no define su personalidad.
- Si llega el momento de darle un punto de vista, ofrece algunas opciones limitadas, esto les dará la sensación de que no tienen que obedecer todo a la fuerza y pueden colaborar con facilidad.
- Cuando quieras que tenga una personalidad controlada, hay que mostrar como su practica el autocontrol.
- Procura que las soluciones pasen porque den su punto de vista. Les ayudará a asumir sus responsabilidades.
- Reconoce su bienhacer, aumentará su autoconfianza; mucho mejor que tantas premios.
Padres son terriblemente humanos. Por cierto
¿Cuántos padres no han sentido un enfado o una rabia enorme por su hijo, a la vez que se les quiere con locura?
Hace años Frederick Douglas (orador, escritor y estadista) comentó que «es más fácil educar niños fuertes que reparar adultos rotos».
Desde siempre hemos oído que la teoría es muy fácil y la práctica, mucho más difícil.
Estamos a tiempo.
Dr. Antonio Redondo Romero
Pediatra – Alicante
Hospital Vithas Medimar Internacional