La llegada del Covid-19 a nuestras vidas ha traído nuevas circunstancias y cambios de vida.

Las circunstancias

• El enorme miedo a enfermar.
• La necesidad de vivir de una forma distinta a la que estábamos acostumbrados
• El respeto a mantener las distancias, incluso con personas con las que tenemos un gran vínculo afectivo.
• El contacto con el profesional médico puede ser presencial o no presencial (contacto telefónico, chat,…).

Cambio de vida

Este notable cambio experimentado en muy pocas semanas, ha provocado también un distanciamiento con los centros sanitarios: el miedo a acudir para evitar la posibilidad de un contagio.

Todo ello con muy buena intención, pero sin tener presente que, aparte de éste virus, podemos seguir padeciendo las mismas enfermedades, graves o no, u otros problemas de salud que ya se existían con anterioridad, o bien otros nuevos. Eso puede traer complicaciones.

En las consultas y en los centros sanitarios se han realizado muchos cambios para que las familias y los pacientes se encuentren en un lugar «seguro». Entre otras medios para mantener siempre la imprescindible distancia entre de seguridad entre personas o la higiene frecuente de manos, entre otras. Lavado de manos

En la edad infantil

Si ésta situación la trasladamos al mundo infantil, está ocurriendo lo mismo, olvidando la necesidad de llevar a los hijos al pediatra.

Aunque se pueda realizar una consulta telefónica, en ocasiones puede ser necesario realizar alguna visita presencial.

El pediatra le garantizará la seguridad de los niños y de sus familiares; es habitual que él lleve mascarilla, y que la familia y los hijos tengan que llevarlas. Transmita a su hijo que está seguro y que no tiene por qué asustarse.

Motivos para acudir a consulta:

• Las revisiones habituales han de ser recuperadas, para prevenir y cuidar su salud. En ese control se puede confirmar que todo va bien, o detectar alguna situación que obliga una exploración más profunda.

• Las vacunas incluidas en el calendario vacunal han de estar administradas en las edades recomendadas, así como otras que el pediatra le haya sugerido. Será una forma de evitar que aparezcan enfermedades que en la actualidad están controladas (sarampión,…).                                                                           Calendario de Vacunaciones de la AEP – 2020
• La necesidad de controlar el desarrollo y el crecimiento de nuestro hijo, trascendental en esta etapa de la vida, y la posibilidad de detectar problemas de nutrición.
• Las enfermedades crónica siempre han de ser supervisadas, y mantener o actualizar sus tratamientos.
• Atención a problemas que puedan aparecer, cuyo tratamiento no se debe posponer:
  • Aparición de erupciones.
  • Cambios de humor.
  • Control de esfínteres.
  • Consecuencias debidas de una falta de actividad física.
  • El tan frecuente abuso de pantallas.
  • Problemas de psicomotricidad, que precisan diagnóstico y terapia.
  • Retraso en el inicio del lenguaje.
  • etc.

Recordad, siempre es mejor prevenir que curar o lamentar.

Dr. Antonio Redondo Romero
Pediatra – Alicante
Hospital Vithas Medimar Internacion