Actividades extraescolares; si, pero sin agobios
En ocasiones tengo la sensación de que llega Septiembre, con ello la vuelta al cole y dentro de la mochila ya incorporamos el estrés en nuestro día a día…
¿Qué os parece si este nuevo curso nos lo tomamos con algo más de calma? ¿Qué os parece si intentamos sacarle provecho a las frases que dicen “menos es más”, “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita” o “piano piano”?
Ultimamente, es bastante frecuente escuchar conversaciones de padres y madres en las que se habla de las múltiples actividades que desarrollan sus hij@s cuando acaban el cole, o del poco tiempo del que disponen para hacer los deberes después de las clases de guitarra, alemán y balonmano… y mi pregunta es ¿¿¿Alguien se ha planteado que estos niñ@s no funcionan con pilas y que necesitan tiempo de descanso y juego cada día???
Fuera de bromas, considero que para muchas familias es un tema que genera muchas dudas. Dudas que van desde si es adecuado o no inscribir a sus hij@s en actividades extraescolares, hasta dudas sobre qué actividad es la más adecuada.
“NO EXISTE LA ACTIVIDAD PERFECTA”
Bajo mi punto de vista, es genial que los niños tengan la oportunidad de desarrollar actividades extraescolares siempre y cuando aun realizándolas dispongan de tiempo para descansar y jugar.
A la hora de elegir la actividad adecuada, el primer aspecto a tener en cuenta es conocer que objetivo queremos cumplir con dicha actividad:
- ¿Ocuparle un poco más de tiempo al niño hasta que salga del trabajo y pueda recogerle?
- ¿Mejorar su forma física o sus habilidades motrices?
- ¿Potenciar sus habilidades creativas?
- ¿Potenciar y/o ampliar sus habilidades lingüísticas?
Una vez que tengamos claro el objetivo, ya habremos reducido la decisión a un grupo de actividades y es el momento de escuchar al niñ@. Es decir, debemos preguntar a nuestros hij@s que es lo que le apetece hacer del grupo de actividades que le ofrecemos. Esta parte es muy importante, ya que no olvidemos de que son actividades EXTRA por lo que debe ser algo atractivo huyendo de que se convierta en una obligación.
Otro aspecto fundamental a la hora de decidir la actividad es tener en cuenta su nivel de desarrollo, evitando en todo momento incorporar al niñ@ en actividades para las que no esté preparado. (Por ejemplo, evitaremos actividades físicas vigorosas para menores de 5 años).
Y por último, y no por ello menos importante, debemos tener en cuenta las necesidades específicas del niñ@. El tiempo de la actividad extraescolar lo podemos aprovechar desarrollando actividades que potencien o compensen ciertas carencias/necesidades. Por ejemplo, el niñ@ con sobrepeso o hábitos sedentarios sería ideal una actividad extraescolar que incluya actividad física. Para los niños tímidos o con dificultades de relación social sería ideal una actividad en la que tenga que trabajar en grupo/equipo. Para los niños impulsivos, o niños con problemas de conducta podría estar muy bien el kárate.
¿Qué actividad es la adecuada?
No hay una actividad perfecta, debemos tener en cuenta varios aspectos:
- 1- Objetivo que perseguimos con la actividad.
- 2- Preferencias del niñ@.
- 3- Nivel de desarrollo del niñ@.
- 4- Necesidades Específicas.
Por último, me gustaría despedirme recordando los múltiples beneficios del tiempo al aire libre, del tiempo de parte.
Andrea Vizcaíno Cuenca, Psicóloga
Unidad de Psicología y Medicina de la Salud Vithas Medimar
Alicante